
... que ya ha dejado de serlo para convertirse en realidad. Desde pequeñita he deseado tener mi propia casa de muñecas, y la verdad nunca me había comprado una por "miedo" ya que veo muy complicado todo lo que es la decoración, los muebles, los detalles. Pero mi marido, decidió quitarme ese miedo y regalarme una (me la trajeron los reyes este año) y poco a poco entre los dos vamos haciendole cositas, aún es demasiado pronto para enseñaros algo, pero os prometo que en breve os pondré alguna cosita